Laura es administrativa. Acudió a Zygos con 42 años y un historial de abortos y miomas en el útero. En el momento de esta entrevista, estaba embarazada de su primer bebé. Para ella, el acercarse a los 40 supuso el “click” que necesitaba para decidirse a ser madre. Siempre mantuvo la positividad y las ganas de luchar por su embarazo.
– ¿Cómo conociste Zygos?
– Por un familiar, que estuvo aquí en tratamiento, con éxito, por cierto.
– ¿Viniste sola o en pareja?
– En pareja. Me casé hace 4 años (con 38), aunque no es indispensable tener pareja para venir a Zygos (comenta Laura, risueña).
– ¿Llevabais mucho tiempo intentando el embarazo antes de venir a Zygos?
– Empezamos en 2011. Luego tuve un aborto espontáneo. Entonces empieza a caerte encima el peso de la edad, el reloj biológico, los 40… Tampoco puedes pedir ayuda en el sistema público porque a los 40 ya no te atienden.
Después del aborto, lo estuvimos intentando un año más pero viendo que no teníamos éxito decidimos intentarlo con Zygos. Además, tengo miomas en el útero, por lo que entendí rápidamente que sería difícil quedarme embarazada espontáneamente.
El equipo de Zygos operó a Laura de sus miomas, lo cual favoreció el embarazo. Posteriormente se realizó una FIV con óvulos donados. Con la donación se consiguieron cuatro embriones. Laura se quedó embarazada en el segundo ciclo.
– ¿Cómo te sentiste tras el primer ciclo que no funcionó?
– Me sentí un poco frustrada, con pena, pero cuando vienes a Zygos sabes las posibilidades que tienes, te las explican muy bien, firmas un consentimiento en el que te dan el porcentaje de éxito que existe -por eso, no se desanimó tras el primer intento-. Yo no quería morirme sin haber intentado tener hijos porque siempre digo: “Arrepiéntete de lo que no haces, no de lo que haces”. Hay que ser positivo y estar bien contigo mismo. Tienes que tener en la mente que si no va a adelante no es culpa de nadie. Es porque no puede ser.
– ¿Cómo valoras la atención del equipo?
– Muy bien. Cariñosos, objetivos, sin crear esperanzas falsas. Vienes muy tranquila a las visitas y a las transferencias. También me sentí muy tranquila en la operación de los miomas.
Laura explica que cuando sufrió el aborto, antes de iniciar el tratamiento con Zygos, en la Seguridad Social mostraron poco “cariño” y empatía hacia ella, a pesar de tratarse de un momento difícil, además de hacer que se sintiera “talludita” debido a que tenía 39 años en ese momento. Tampoco le explicaron otras opciones para poder ser madre. Se sentía perdida y necesitaba una “guía”.
– ¿Qué consejo le darías a una pareja que está rondando los 40 y que quiere tener un hijo?
– Que lo intenten, que vengan tranquilos, que están en manos de profesionales y que vean que es una forma de intentarlo. No hay que pensar tanto en el objetivo final sino en el camino.
Pues eso, a disfrutar del camino.