
La mayoría de las mujeres que se encuentran ante su primer embarazo, desconocen cómo tienen que actuar durante el proceso y qué tipo de pruebas deben realizarse. Si ese es tu caso debes saber que, después de confirmar el embarazo, deberás organizarte para visitar a tu médico y que compruebe que todo vaya bien durante esos nueve meses. En el artículo de hoy, te queremos contar cuáles son las pruebas y análisis médicos que debes realizar y cuáles se realizan en ocasiones especiales.
Primera visita médica
En la primera visita médica, lo primero que se realiza es una historia clínica completa para conocer más sobre tu salud y la de tus familiares. En ese historial se incluye todo tipo de detalles, como si tomas medicamentos, si fumas, si tuviste embarazos anteriores, enfermedades, alergias y otros detalles que puedan tener consecuencias en el bebé.
Además, te harán un examen físico para determinar que no tienes ningún problema corporal. Este examen se compone de una exploración ecográfica vaginal, una exploración mamaria y una citología, en caso de no haberte hecho ninguna en los últimos tres años.
También se solicitará en caso de ser necesario una analítica general y una analítica de serologías.
Aparte, te realizarán un análisis de orina para descartar que tengas alguna infección aunque no presentes síntomas. Todas estas pruebas ayudarán a descartar ciertos problemas de salud que puedas tener.
Asimismo, te darán una serie de recomendaciones que debes seguir durante el embarazo relativas a la alimentación, a la higiene, al ejercicio y otros temas que afectan a la maternidad.
Ecografía (Ultrasonido)
La ecografía es un procedimiento sencillo que se utiliza para ver al feto cuando se está formando. Esta prueba ayudará a determinar si se está desarrollando sin problemas. Durante el embarazo, tendrás que realizar una ecografía, como mínimo, en cada trimestre para comprobar que todo va bien.
La primera ecografía se hará en el primer trimestre de embarazo (semana 12 de gestación), se comprobará el estado del embrión o embriones y podrás sentir por primera vez los latidos de su corazón. En el segundo trimestre, se hará otra ecografía para observar los órganos y extremidades del feto. En esta ecografía ya se puede conocer el sexo del bebé. Y el último trimestre tendrás la tercera ecografía, que está más enfocada al parto, por lo que se observará el estado del bebé y su colocación para comprobar que esté preparado para salir al mundo exterior.
Cardiotografías
Las cardiotografías son unas pruebas que sirven para evaluar la situación del feto y que registran simultáneamente sus movimientos, su frecuencia cardíaca y las contracciones uterinas.
Por un lado, está la cardiotografía en reposo, que verifica la situación del bebé sin estimularlo con ningún medicamento. Por otro, está la cardiotografía con contracciones, que es una prueba donde las contracciones son inducidas para observar cómo actúa el feto. Esta prueba puede ayudar a determinar cómo reaccionará el bebé el día del parto durante las contracciones.
Detección de posibles enfermedades
Hay otras pruebas que sirven para detectar posibles problemas o enfermedades que la embarazada pueda tener y que pueda afectar al bebé en su periodo de gestación o después de nacer. Una de ellas es el análisis de glucosa, que se realiza para comprobar que no haya diabetes gestacional, derivada de un nivel alto de azúcar en sangre durante el embarazo y que puede provocar complicaciones en el parto. En esta prueba, la mujer debe beber una solución de azúcar y se le realizará un análisis de sangre. Si la prueba da positivo en azúcar, se le realizarán más pruebas.
También está la prueba de detección de estreptococo grupo B, este análisis médico determinará mediante una muestra de sangre si está presente una bacteria que puede ocasionar infecciones graves al bebé. Si esta bacteria se detecta, el médico recetará un antibiótico que normalmente se administra por vía intravenosa.
Otra de las pruebas que el médico puede solicitar es la del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante de la enfermedad del SIDA. Esta prueba se realiza para descartar que la mujer está contagiada porque, en caso de estarlo, cabe la posibilidad de que se lo pueda transmitir al bebé durante el embarazo.
Detección de posibles trastornos genéticos
Durante el embarazo, también se pueden realizar pruebas para detectar los posibles trastornos genéticos que pueda tener el bebé.
El análisis de suero materno sirve para determinar si hay riesgo de que el bebé nazca con algunos problemas como defectos del tubo neural o alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down. Esta prueba consiste en la realización de un análisis de sangre a la madre durante el segundo trimestre de su embarazo.
Actualmente, cada vez más se realiza el test de cribado prenatal no invasivo (a partir de la semana 9 de gestación, pudiendo ser realizado hasta la semana 16). Este test mide riesgos, es un test genético con mucha mayor precisión que el test bioquímico que se realiza en el primer trimestre de gestación, pero nunca nos va a dar un diagnóstico. Se ve el ADN fetal mezclado con sangre materna. Si es negativo el resultado: no se necesitaría realizar la amniocentesis. Si es positivo el resultado: realizar la amniocentesis.
En gestaciones gemelares, no podrán concluir sexo fetal, ya que mide la presencia del cromosoma Y, únicamente si fuesen las dos niñas donde no aparecería presencia del Y, si se detecta, no se sabría si son 1 o 2 niños. En gemelares las aneuploidias si hay riesgo alto, la indicación sería la de realizar amniocentesis en los dos fetos.
La prueba de muestreo de vellosidades coriónicas (CVS, por sus siglas en inglés) se realiza a las mujeres que hayan recibido un resultado anormal en las pruebas de detección de primer trimestre. Esta prueba consiste en extraer una pequeña muestra del tejido llamado vellosidad coriónica para analizarla y determinar si el bebé tiene alteraciones cromosómicas. Normalmente, se realiza en el tercer mes de embarazo, antes de realizar la amniocentesis.
Al igual que la CVS, la amniocentesis es una prueba que se ofrece a aquellas mujeres que han obtenido resultados anormales en las pruebas del primer trimestre o que están en mayor riesgo por otras razones. La prueba consiste en la extracción de líquido amniótico del área que rodea al bebé para ver si hay alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down o problemas genéticos como la enfermedad de Tay-Sachs o la fibrosis quística. Esta prueba se realiza en el quinto mes de embarazo aproximadamente.
Generalmente, todas estas pruebas genéticas son recomendadas a mujeres que tengan antecedentes de una enfermedad hereditaria (tanto ellas como sus parejas), a las mujeres embarazadas mayores de 35 años y a las que han obtenido un resultado anormal en el test de cribado prenatal.
Como ves, son varias las pruebas que el médico te realizará para asegurarse que el embarazo vaya bien, que el parto sea bueno y que el bebé nazca sin ningún problema. Si tienes alguna pregunta sobre cualquiera de las pruebas, consulta a tu médico y te despejará todas las dudas.